37 Aniversario de Encuentro Matrimonial Mundial en Costa Rica

Y llegó el tan esperado día de soltar las campanas al viento y gritar a viva voz: “Feliz 37 Aniversario”.

La mañana del domingo 11 de marzo, en el Colegio Los Ángeles en Sabana Norte, muchos matrimonios -algunos con sus familias y otros solos- nos reunimos para vivir un día de relación, amor, amistad y esperanza, semejante a las veces en que nos reunimos con nuestra familia en Navidad.

Para iniciar Los Leitón, Wilberth y Yorleny, dieron la bienvenida y las instrucciones sobre el evento y las medidas de seguridad que debíamos tener presentes. Posteriormente le cedieron el micrófono a Los Calderón, Nicolás y Vilma, para que guiaran en la oración con la que agradecimos y santificamos la fiesta de nuestro Aniversario. Acto seguido, los Chaves, Gonzalo y Sandra, del Equipo Eclesial Nacional (EEN), le agradecieron al Pbro. Astul Guirola, del EEN de El Salvador y a su acompañante, el señor Rafael Matamoros, por su presencia entre nosotros para festejar. El padre Guirola, en un corto mensaje nos motivó a continuar trabajando por nuestra relación matrimonial, por las familias y por aquellos que aún no han vivido el FDS. Además, los Chaves le entregaron un reconocimiento al Colegio Los Ángeles en agradecimiento por su colaboración para con nuestro Movimiento, mismo que fue recibido por su director.

El ambiente era de fiesta, poco a poco se fue tornando en lo que inicialmente concibieron los organizadores: “Un turno familiar”. Muchos niños corrían por las áreas verdes, otros disfrutaban en los inflables. Por su parte, los adultos nos entreteníamos viendo los diferentes puestos.

En la entrada estaba la inscripción, donde luego de firmar, nos regalaban un hermoso pensamiento adherido a un popi. El primer puesto lo tenía el Apartado Arquidiocesano de Finanzas quienes ofrecían cuadernos, planificadores y los muy buscados tiquetes de comida. Seguidamente, ubicados en dos puestos, estaban los matrimonios de la Arquidiócesis de San José encargados de entregar el almuerzo y los vigorones. Frente a ellos se abarrotaban las personas para participar en el juego de “La Bruja.”

El siguiente espacio le correspondió a la Diócesis de Ciudad Quesada quienes, haciéndole honor a su tradición, nos ofrecían delicioso queso palmito, cajetas, caldosas, agua embotellada, bebidas naturales y plantas.

A la par de esta diócesis, el olor a café recién preparado, a chorreadas, tortillas casi listas para comer y pan, nos invitaban a acercarnos al puesto de nuestros amigos de la Vicaría de Heredia, quienes bastante afanados hacían todo lo posible por satisfacer la clientela y les ofrecían jugar argollas, mientras preparaban el pedido.

Para aquellos que preferían para sus hijos o para sí mismos algo un tanto más placentero, el Kiosquito Dulce que instaló el Apartado Nacional de Familia, ofrecía helados, bolis, palomitas, galletas suizas, granizados y más.

Cerca del kiosco Dulce, en una esquina, nos encontramos un espacio organizado y dirigido por Álvaro y Victoria, los hijos de Gonzalo y Sandra (EEN), “El Área de Tertulias”. Ahí en un espacio muy bien acomodado, pudimos vivir nuestro carisma de compartir la fe por la relación, además de conocer nuevos matrimonios y conocernos más íntimamente al compartir con otros nuestra vida, anhelos y esperanzas con otros compañeros.

Como compartimos al inicio, la idea fue crear un ambiente de turno, y todos sabemos que en nuestro país no existe un solo turno que no tenga bingo pesetero. Pues bien, la Diócesis de Alajuela fue la encargada de organizar, motivar, cantar y entregar los premios de nuestro bingo. Una actividad que se mantuvo al tope en todo momento.

Cerrando la herradura del turno, nos topamos con las fresquísimas flores, frutas y verduras que, junto a un delicioso picadillo y queso, vendían nuestros hermanos de la Diócesis de Cartago. Por su aroma, color y disposición, resultaba imposible no visitar este puesto y dejar algo de nuestro dinero en él.

Al finalizar de los bingos, el Apartado Nacional de Familia realizó una dinámica en la que los hijos guiaban a sus padres con los ojos vendados, por un campo con obstáculos, cuya finalidad era reafirmar la confianza entre padres e hijos, así como mostrarles a los hijos la forma en que los padres se arriesgan a aventurar en el proceso de formación poniendo su confianza en Dios, esta actividad contó también con bastante participación. Éste fue el abrebocas para compartir el almuerzo al son de la música en vivo de una marimba.

Después de almorzar, llegó el mensaje de motivación y agradecimiento de nuestro EEN, del que rescatamos el siguiente fragmento:

“En 37 años hemos realizado 702 FDS; afectando matrimonios y sacerdotes con nuestro ejemplo, con nuestra amistad, devolviendo la alegría de muchos matrimonios, evitando que se disuelvan al recibir de nuestra parte un apoyo, incluso cuántos sacerdotes han recuperado la alegría de su ministerio por el convivio con matrimonios y sacerdotes encontrados. Hay muchos matrimonios y parejas sacramentables que esperan una voz de esperanza, que esperan vivir un FDS. Nosotros como EEN seguiremos luchando por la expansión y mientras tengamos fuerza pondremos nuestro granito de arena para esa misión. Sigamos haciendo el bien, sigamos luchando, sigamos dando, no nos cansemos, sigamos luchando por cambiar el mundo por amor. Los esperamos el próximo 17 de marzo del 2019, para celebrar el 38 aniversario de Encuentro Matrimonial.”

Después, el canto del “Cumpleaños feliz” y la preparación para participar en el culmen de nuestra vida como cristianos, la Santa Eucaristía presidida por Monseñor Daniel Francisco Blanco Méndez, Obispo Auxiliar de San José, cuya homilía para éste cuarto domingo de Cuaresma podemos resumir así:

“Si no volvemos nuestra vida a Dios tendremos consecuencias, como le pasó al pueblo de Israel en la lectura del libro de las Crónicas. Pero Dios nos ama y chinea, dándonos la salvación gratuitamente, no por nuestros méritos, sino por amor, y eso se refuerza en el santo Evangelio, en el que nos recuerda que tiene compasión por nosotros, dejándonos el signo de la Cruz para nuestra salvación. Por eso, si hemos experimentado la misericordia de Dios, tenemos que vivir de manera diferente, pues ya no estamos cercanos a las obras de las tinieblas sino de la luz, que son las obras del Señor. Al vivir una experiencia de Encuentro Matrimonial, debemos vivir diferente, pues ese regalo no se vive egoístamente sino que se comparte con los demás, para que así, como nos transformó a nosotros, transforme a los demás.”

Al cerrar esta hermosa actividad, cantamos nuestro himno y el himno de la familia.

Elaborado por: Los Walsh, Willy y Yamileth con la colaboración de los Pacheco, Luis y Nubia, los Zúñiga, Emilio y Rita, los Villegas, Jonathan y Gabriela.

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