Testimonios

Eduardo y Natalia

Lo más significativo que vivimos en nuestro FDS fue el comprender lo valioso que es nuestro matrimonio ante los ojos de Dios, que El en su inmenso amor nos había estado preparando para que un día llegáramos a estar juntos. Esto a lejó de nuestras mentes la enorme duda que en algunas ocasiones nos atormentaba, llegando a pensar que nuestra unión había sido un grave error.

Hoy sentimos alegría como al entrar en nuestra nueva casa, al saber que al amarnos agradamos mucho a quien nos amó primero y además, que podemos ser muy felices pues en nosotros está el decidir amar.

Eduardo y NataliaLos Arroyo
Víctor y Sileny

Víctor: Lo más significativo que viví en nuestro fin de semana fue que se despertó en mí el deseo de dar testimonio de nuestra vida sacramental y fomentar la relación con el Orden Sagrado.

Sileny: lo más significativo que viví en nuestro fin de semana fue el tener la oportunidad de encontrarme a mí misma, conociendo mi personalidad y comprendiendo mi forma de ser y de comportarme, para poder darme la oportunidad de conocer a Víctor. Esto me permitió tomar la decisión de amarme y aceptarme tal y como era en esos momentos, para poder aceptar a los demás y en especial a mi esposito.

Como matrimonio lo más significativo para nosotros fue el tomar conciencia de que aunque teníamos un buen matrimonio, éste podía ser mejor. Renovamos nuestra relación e iniciamos nuestro servicio en la iglesia como sacramento.

Víctor y SilenyLos López
Luis y Nubia

Lo más significativo que vivimos durante nuestro FDS, fue el darnos cuenta que podíamos dialogar sobre muchos temas que dejábamos pasar desapercibidos.

El haber tomado el riesgo de confiar uno en el otro nos permitió forta lecer nuestro Sacramento, cultivar la felicidad en nuestra relación de esposos y el amor a nuestros hijos.

Luis y NubiaLos Pacheco
Luis y Gloria

Lo más significativo que vivimos en nuestro fin de semana fue conocernos mejor, a pesar de que ya contábamos con 10 años de casados. Pudimos compenetrarnos y lograr disfrutar de nuestro matrimonio cada día más. Logramos vivir una vida matrimonial y familiar con mucha armonía al lado de nuestros dos hijos. Logramos alcanzar la felicidad y sobre todo la paz en nuestro hogar, poniendo nuestro matrimonio en primer lugar. Aprendimos a dialogar sobre cualquier área por difícil que fuera, lo que nos ayudó a confiar más uno en el otro y a expresar nuestros sentimientos y pensamientos libremente, fortaleciendo nuestra relación sacramental.

Luis y GloriaLos Sequeira
Walter y Beatriz

En nuestro FDS, lo más significativo que vivimos a nivel matrimonial fue aprender a dialogar. Teníamos 10 años de matrimonio, estábamos experimen tando un período difícil, el corre corre díario, las presion es internas y externas y el estrés, entre otras situaciones, estaban muy presentes en nuestra relación de esposos. No sabíamos cómo abordar ciertas áreas difíciles, como la familia política o nuestras relaciones íntimas, sin acabar en un pleito.

El FDS, fue como encontrar un vaso de agua en el desierto, volvimos al primer amor, tomamos decisiones importa ntes, como que mivi (Beatriz) dejara de trabajar, para cuidar a nuestros hijos.

Nos dimos la oportunidad de recomensar, dar prioridad a nuestra relación, por encima de otros compromisos personales o familiares.

A nivel personal, tuve que dejar de lado los casados solteros, como el exceso de trabajo, el machismo y tomar conciencia que la relación de esposos no es un ganar perder, en donde uno de los dos gana y el otro pierde, sino un ganar ganar, en donde los dos ganamos, además de nuestros hijos, amigos y familiares.

Decidimos formar parte de una comunidad y cuando fuimos llamados a servir, dijimos que sí, pues la vida del cristiano es darse a los demás y eso ha sido maravilloso, porque hemos conocido matrimonios increíbles, que con su testimonio nos han retado a superarnos y a tratar de imitarlos. También invita ndo a otros a vivir el FDS, hemos hecho realidad las palabras del Padre Chuck Galager, de que el FDS le pertenece a quienes no lo han vivido.

Hoy, luego de 16 años en EMM, hemos aprendido que vivir un estilo de vida diferente vale la pena y que debemos fortalecer nuestro amor desde cuatro realidades: el diálogo, nuestra relación personal y matrimonial con Dios por medio de la oración, nuestras relaciones íntimas y el congregarnos con otros matrimonios que viven los mismos valores.

Al compartirles esto nos sentimos jubilosos, como cada vez que hemos sido invitados a ser padrimos de un matrimonio, al pensar que hemos sido llamados por Jesús, gracias a su gran amor y no porque seamos buenos o los mejores. También nos sentimos agradecidos y afortunados, como cada vez que hemos sido llamados a servir, al pensar que siempre terminamos un servicio recibiendo más de lo que hemos dado.

Bendiciones.

Walter y BeatrizLos Murillo