El compartir estuvo a cargo de los Suárez, Juan y Eneida (matrimonio Diocesano), con el lema: «El amor no es amor hasta que lo damos a los demás», el cual fue preparado con mucho amor, entrega y donación. Nos recordó que como matrimonio podemos ser luz para el mundo y podemos ser instrumentos del amor de Dios. Y nos retó a analizar qué estamos haciendo actualmente con esos dones y talentos que como matrimonio tenemos.

La dinámica realizada en pareja nos recordó lo fuerte de nuestra relación y cómo nuestras cualidades positivas y las experiencias de vida que nos han sucedido, han permitido cosechar frutos de ese caminar y nos reta a seguir cosechando más frutos para el Señor como matrimonio.

Que es importante valorarnos como matrimonio y ver esas cualidades que nos hacen ser diferentes y nos permiten ser instrumentos de Dios para su obra. Pero definitivamente, si no compartimos estas experiencias y damos a los demás ese amor que tenemos dentro nuestro, de nada sirve, debemos salir, invitar a más matrimonios y no dejarnos el precioso regalo vivido en el FDS.

La charla concluyó con un sabroso platito de bocadillos para alimentar nuestros cuerpos una vez que el alimento del espíritu fue recibido, cerrando la tarde/noche con una bella Eucaristía en la Iglesia de la comunidad.

Gracias a todos los matrimonios participantes que hacen posible que el mensaje sea sembrado como tierra fértil y se expanda a todas las zonas de Alajuela.