Padre Memito

MI MEMORIA SACRAMENTAL

Conservo recuerdos de mi infancia marcados enfocados a la frase “quiero ser sacerdote”; así avancé hasta mi adolescencia, arrastrando a mi familia, amigos y compañeros de colegio en esa idea; vivía pendiente de los oficios de mi parroquia y colaboraba mucho.

Fray_Guillermo_Chaves_PochetUna serie de eventos y también de extrañas circunstancias se confabularon y empezaron a retarme hace 40 años. Tenía 24 años de edad. Ya mi estilo de personalidad que es el de la servicialidad era parte de mí. Fue cuando comencé a volcar la mirada hacia Cristo Crucificado, para descubrir en su amoroso testimonio mi ideal de vida, hasta hoy.

Pedí la misericordia de Dios y de los frailes en la Orden de Predicadores y 10 años después de los estudios universitarios y una experiencia pastoral y misionera muy valiosa en varias comunidades cristianas del país y de Centroamérica, estaba siendo ordenado sacerdote, el 8 de agosto de 1980, en la Parroquia de la Dolorosa, en San José.

Acepté el llamado generosa y voluntariamente. En el corazón de mi disponibilidad se fraguó el primer amor de mi vocación y decisión de amar en la vida. Dije “si” sin reservas y lo empeñé casi todo. Eso le entregué al que hoy es el gran amor de mi vida, rodeado de infinidad de rostros, marcados por sufrimientos y esperanzas, que son los rostros de quienes me motivaron y dan sentido a lo que inmerecidamente soy.

Siento que es un privilegio estar en el Altar, presidiendo la Eucaristía con la comunidad cristiana para hacer memoria, con palabras y gestos, de la muerte y resurrección de Jesús. Este es un servicio inmerecido que doy a la Iglesia y al Pueblo de Dios, conferido por el Obispo que me consagró, obra solamente de la misericordia de Dios para conmigo.

Cuando celebro la Eucaristía me siento muy feliz, como cuando me dan alguna buena noticia; feliz porque cada vez que celebro renuevo mi vocación, me siento solidario con las alegrías y tristezas de las persona y renuevo mis esperanzas de que algún día vendrá el Reino de Dios a nuestro mundo, gracias a los que escuchan su Palabra y la ponen en práctica.

Padre Memo

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